Gerardo Baez Peralta
Deseo
Conozco ese
deseo por ti toda,
definitiva por
determinada cantidad de equis a un mes,
rayo y luna.
¿Es ser puñado?
¿Es ser bocado?
¿Es ser fuego
equivocado tu nombre a mi descorazonado bronce lince?
¿o rebuscado?
Es ti y no ya de
mi nombre,
por eso, si me
buscas quieres,
búscame de entre
ese miedo ahora
pues doy luces
de una estrella centinela de tu talle.
Y tú, mientras,
enamorada estás,
no de mi sal,
ni mi mirada,
de mi condena
quizás,
o de mi suerte
desdeñada,
o de ser amada,
deseada,
señalada,
evocada
y es rayo de luz
tu boca sino roja a mi sangre.
¿Por qué entró
el sol en ti su vida?
¿Por qué teñiste
un día las cascadas de ese modo?
¿Es que tanta
corazonada fue un delirio?
¿Tanta luz un
presagio?
Hoy,
que alardean mil
voces de ser nubes,
de ser natriz,
fuente que sube,
fuente sin voz
ni talla,
fuente deslumbre,
corazón fuente pesada,
sepia novedad de
la nieve,
hoy te digo esto
a mi,
te mando mensaje
a mi sed
y tú no escuchas
nada.