viernes, 19 de julio de 2013



Gerardo Baez Peralta
Deseo

Conozco ese deseo por ti toda,
definitiva por determinada cantidad de equis a un mes,
rayo y luna.

¿Es ser puñado?
¿Es ser bocado?
¿Es ser fuego equivocado tu nombre a mi descorazonado bronce lince?
¿o rebuscado?

Es ti y no ya de mi nombre,
por eso, si me buscas quieres,
búscame de entre ese miedo ahora
pues doy luces de una estrella centinela de tu talle.

Y tú, mientras,
enamorada estás,
no de mi sal,
ni mi mirada,
de mi condena quizás,
o de mi suerte desdeñada,
o de ser amada,
deseada,
señalada,
evocada
y es rayo de luz tu boca sino roja a mi sangre.

¿Por qué entró el sol en ti su vida?
¿Por qué teñiste un día las cascadas de ese modo?
¿Es que tanta corazonada fue un delirio?
¿Tanta luz un presagio?

Hoy,
que alardean mil voces de ser nubes,
de ser natriz,
fuente que sube,
fuente sin voz ni talla,
fuente deslumbre,
corazón fuente pesada,
sepia novedad de la nieve,
hoy te digo esto a mi,
te mando mensaje a mi sed
y tú no escuchas nada.