sábado, 30 de marzo de 2013

La salazón



La salazón

Gerardo Baez Peralta

Fue en Tepango, y no en Tepetzintla o Ahuacatlán. Fue aquí en Tepango aunque todos quisiéramos que no hubiese sido aquí. Aquí sucedieron esos tristes eventos.
            Para llegar aquí no hacen falta mapas. No están en los mapas las veredas que llevan a Tepango. Está la carretera eso sí, con sus tres metros de ancho y sus baches y sus costados a cual más descuidados, por causa de la miseria o de la lluvia. Ni a cuál irle. Cuatro kilómetros de terracería desde la cabecera municipal. De puro ordinario casi no se llega aquí, sino que se pasa de largo.
Cuando vas como para Tepezintla, miras una desviación a la derecha. Se parece a una vara recta ese camino y es como si a ese camino le saliera un brazo de un costado. Ese brazo de terracería es el camino hacia aquí. Mirarás la señalización y verás anotado el nombre: Tepango.
Como les iba diciendo: fue ya entrada la mañana pero no habían dado ni siquiera las siete. Aquí en Tepango, a las siete de la mañana ya no duerme nadie aunque tampoco se apura nadie. Todo está como comenzando y hasta el día se distiende y se dispone.
Quien iba a decir que iba a ser Trino quien pasase por este mal trago. Tan quitado de la pena estaba, faenando y sudando un poquito, que cuando lo picó el alacrán primero terminó de pasar el machete por su trecho y luego se paró un minuto. Sintió entonces un ardor y un vahído y se inclinó a mirarse el pie. Luego parece que lo vio caminando al insecto aquel, como ladeando su cola. Por eso pienso que sabía que era picadura de alacrán. También sabía él que pocos se mueren de una picadura de alacrán, depende de qué tipo. Pero entonces, después de un poco rato, se le hincho en su empeine y le salieron unas manchitas rojas. Como dijo que sentía un asomo de asfixia y adormecimiento en la boca y como comenzó a decir que se quería morir en su parcela, fue que pensaron en llevarlo a un médico.
            Por aquí dicen que a los hombres que se mueren de eso se les nota un jadeo. Se quedan así como mirando a una región lejana. A lo mejor está en sus ojos un lugar que conocieron, nomás que con espejos en vez de lagos y tinajas en lugar de un río.
El caso es que Trino no se murió ay mismo, en Tepango, sino que todavía llegó al hospital de Zacatlán. De una camioneta negra lo bajaron. Todavía anduvo hasta el consultorio. Parecía un viejito de tanto que ya no podía caminar y es que le dolía un montón la panza, sería por tanto café y tan cargado que le hicieron tomar. Pero ni así.
Total que ninguno de nosotros vio ese alacrán por ningún lado. ¿Seguro lo habrá picado una alimaña de esas? En este pueblo nadie se ha muerto de eso en años y años. Sí es cierto que hay quien lo ha sufrido: por aquí abundan esas sabandijas y no es raro encontrártelos dentro de un zapato, encima de una colcha o metidos en un vaso. Pero de eso a que alguien se muera de ello, pos nomás no.
Fue doña Lena la que primero nos puso a dudar: “¿Alguien vio a ese condenado animalejo? ¿Alguno de ustedes lo mató o lo achicharró?”. “No pus no” le dijimos. “Pero Trino dijo que había sido”. Luego Chano dijo que ni siquiera Trino había dicho que fue un alacrán. Pero ninguno de nosotros pudo recordar si de veras alguien había dicho lo del alacrán.
De tanto discutir que si fue un bicho tal nomás nos confundimos peor y entonces ya nadie supo decir a ciencia cierta si había sido un alacrán o no. En fin. El caso es que Trino se murió.
Y entonces fue que todo lo demás pasó. ¿Qué quieren que les diga? Yo nomás cuento lo que fue y si me quieren creer ta bien. Si no. Pues no.
Ocurrió pues que después de Trino el siguiente en morirse fue Poncho. Que si había sido una víbora. Que si era un mazacuate. Que cómo iba a ser un mazacuate si esas no tienen veneno. Que había sido una nauyaca. Que si le dolía tanto que prefirió morirse a aguantarse. El caso es que por aquí todo mundo sabe que entre más te duele menos peligrosa es la mordedura. ¿Qué cómo fue que se murió?
Pos estaba cenando fuerita de su casa cuando su mujer lo oyó decir puras chingaderas de tanto que decía que le dolía. “¡Me picó! ¡Me picó!” decía una y otra vez y su pie se le fue poniendo amarillo amarillo: “Es que la sangre huye, huye de la ponzoña” decía doña Rita, mientras le ponía una ventosa, quesque para sacarle el veneno. Todavía me parece que lo estoy viendo, con su camisa verde empapada de puro sudor, su pantalón arremangado y su pie con un como ríiito de sangre y como no se componía a él también, como a Trino, se lo llevaron a Zacatlán, nomás que Chano ni siquiera llegó vivo allá. Me acuerdo que Don Refugio estuvo diciendo que pa qué chingaos le fueron a poner un torniquete, que por eso y no tanto por la mordedura fue que se murió.
Y pa qué les digo de Juancho. Ese se murió a los pocos días después de Trino. De ese yo creo que lo mató el muchacho que lo atendió allá en Zacatlán. Es que era un chamaco y ya lo habían puesto a atender a la gente según porque ya tenía cuatro años estudiando pa doctor y a esos chamacos los ponen a atender estas cosas.
Como a las nuevita de la mañana fue que le pasó lo que le pasó. La verdad esa vez si estuve ese día allí de chismoso. Para qué lo voy a negar. Es que nunca vía yo visto alguien con un machetazo y ay voy corriendo a babosear luego que mi primo Julián llegó con el chisme: “¡Le dieron de machetazos a Juancho!”. Pero nadie lo había macheteado. Lo que pasó fue que él solito se macheteo. Bueno, no se macheteó, nomás se enterró el machete. Cuando llegué a su terreno estaba sentado en la hierba y Doña Rita le agarraba la panza. Un tantito que lo limpió y pude ver que no era para tanto: tenía como un fuetazo no tan grande, pero dice doña Rita que aunque se veía  chiquita la cosa por fuera, por dentro de su panza tenía un corte profundo que le llegó hasta el hígado. Qué raro fue eso. Dicen que Juancho alcanzó a decir que se resbaló y se cayó de sopetón y quedó empalado. Pero nadie entendía cómo se había clavado el machete. Todos decían que lo habían macheteado. Y pues a ese ya ni lo quiso atender más Doña Rita. Lo santiguó y le dijo a su mujer que se lo llevaran a Zaca. 
La verdad no sé quién empezó con el chisme de que yo estaba ese día cuando a Trino quesque lo picó un alacrán. ¿Pero cómo no iba a estar si mi apá me dijo que le llevará el pinole que le había encargado? ¿Qué culpa tengo yo de obedecer lo que me mandan? Y luego siguieron diciendo que también andaba yo por ay cuando a Poncho lo picó la disque nauyaca. Pos claro que andaba yo ahí. ¿No todos vamos a echar básquet en la noche a la cancha vieja? Bueno, no todos, pero sí varios de nosotros. Si yo lo único que hice fue seguir a los demás que llegaron allí porque los gritos de Poncho llegaban muy lejos. De lo de Juancho ya dije que fui allí de mirón. De eso sí me arrepiento.
¡Pero qué sangrona es la gente cuando le da por serlo! Todos empezaron a decir que el culpable de todo eso había sido yo. No que los haya matado sino que les traje mal fario. Lo peor era que nadie me decía nada de frente. Todo se lo chismorreaban a mis espaldas y aunque no te lo digan, uno se da cuenta: parecen todos muinados cuando les hablas y nadien se te acerca. Te quedas solito nomás llegar a cualquier lado. ¿No hasta los canijos escuincles de Don Tanacio me apedrearon un día cuando me los encontré en su baldío?
Y hasta aquí puedo contarles, pa que sepan que por eso estoy aquí, con mi pie todo madreado por el balazo que me pegué, así ya no van a poder decir que soy ave de mal agüero, porque yo también me estoy sangrando y toda la cosa ¿ni modos que sea yo ave de mal agüero para mí mismo?
¡Cómo me duele el pinche pie!: me arde y se me entumece y el entumecimiento es también un dolor. De esto no me voy a morir y creo que así se acabarán los chismorreos contra mí.
Ya creo que viene mi mamá a asomarse para ver qué pasó. El tiro casi me deja sordo. Cuando me pregunten les voy a decir que agarraba la escopeta cuando de pronto oí un tiro. El colmo va ser que todos en el pueblo digan que lo hice adrede. “¿Pero cómo lo iba yo a hacer adrede?” les voy a decir. “¿A poco Trino, Poncho y Juancho se fregaron adrede?”.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Dan Balan.- ЛЮБИ





Dan Balan.- ЛЮБИ

Прекрасное утро                                                Es una hermosa mañana
Влюблена весна.                                                la primavera se enamoró.

Что случилось с сердцем?                                 ¿Qué le pasa al corazón?
Снова бьется,                                                      está latiendo de nuevo,
Как тогда.                                                            como aquella vez.

А в небе так скучно,                                           Es tan aburrido el cielo,
Я устал мечтать                                                  estoy cansado de soñar
И вернулся навсегда,                                          y vuelvo esta vez para siempre,
Мир и небо, ты и я.                                           Tú y y yo en un mundo celestial.
      
Люби,                                                                  Amor
люби,                                                                   amor
как солнце,                                                          como el sol,
Как вечно грустная луна,                                   como la luna siempre tan triste,
И не отпускай меня.                                           no me dejes escapar.

Люби,                                                                   Amor,
пусть льются слезы,                                           deja que las lágrima se vayan,
Ведь в сердце вечная весна,                              pues la primavera se queda para siempre en el corazón,
Так не отпускай меня.                                        por eso no me dejes escapar.

Люби.                                                                   Amor.

И разные роли                                                     Distintos papeles
Я любил играть.                                                  gusté de actuar en el pasado.

Ты прощала все,                                                  Tú acostumbrabas perdonar todo.
но разве можно                                                   ¿Pero será posible
Все прощать?                                                        perdonarlo todo?

И в небе так долго                                              ¿Ha estado siempre en el cielo
Что же я искал?                                                   aquello que he estado buscando tanto?
Я вернулся навсегда,                                          Quizá por eso he vuelto para siempre,
Мир и небо, ты и я.                                            tú y yo en un mundo celestial.


Люби,                                                                   Amor,
люби,                                                                    amor,
как солнце,                                                           como el sol,
Как вечно грустная луна,                                    como la luna siempre tan triste,
И не отпускай меня.                                            no me dejes escapar.

Люби,                                                                   Amor
пусть льются слезы,                                            deja que las lágrimas se vayan,
Ведь в сердце вечная весна,                               pues la primavera se queda para siempre en el corazón,
Так не отпускай меня.                                         por eso no me dejes escapar.
 
Люби.                                                                    Amor
Люби.                                                                    Amor

Сколько нежности                                               Tanta ternura
и сколько счастья,                                                 y tanta felicidad,
Было вместе в один вечер                                  aquella tarde cuando esábamos juntos
столько страсти.                                                   Cuánta pasión.

Люби.                                                                    Amor
Ohh
Люби,
люби,
как солнце,
Как вечно грустная луна,
И не отпускай меня.

Люби,
пусть льются слезы,
Ведь в сердце вечная весна,
Так не отпускай меня.


domingo, 17 de marzo de 2013

Miradas







Reconozco, como infante,
entre todas las cosas, el cielo,
porque cubre incluso los techos de los techos.
Una vez que quise conocer su extensión
vino a parar en olas
y como no le hallé
ni su cumbre ni su fundamento,
revisé más de un río
rastreando su otra cara:
esa que ve al mundo desde el fondo de un lago
 


El río en Zapotitlán