domingo, 30 de diciembre de 2012

Reseñas de discos. Love of Lesbian La noche eterna. Los días no vividos.



Reseñas de disco

Love of Lesbian

La noche eterna. Los días no vividos.

Por las canciones de este disco desfilan seres anónimos y noctámbulos entre reales y ficticios (Bonnie and Clyde, bailarines freakis desinhibidos, príncipes del mal, equilibristas) que protagonizan historias cortas sobre el telón de fondo de cualquier gran ciudad. Estos personajes, que se desenvuelven entre lo fastidioso, lo insípido y lo humorístico, son contemplados por un testigo que pasa a su lado por esas calles y edificios, a cuestas él también con sus ciclos de soledad, quien los ha retratado a lo largo de dieciocho canciones.
            La primera parte del disco —a mi juicio uno de los mejores del año que termina— se titula La noche eterna y en ella se nos cuenta, según Wikipedia “todo lo que puedes llegar a vivir durante la noche”. La segunda parte, llamada Los días no vividos aborda la otra cara de esa moneda: todo eso de que te privas por preferir vivir por la noche.
            El disco ha sido producido por Ricky Falkner Miracle (que ha colaborado en trabajos de músicos catalanes de música indie como Egon Soda y Standstill), Florenci Ferrer Prat y Santos Berrocal (quienes también han trabajado con músicos catalanes como Sanjosex, Sidonie y Supersubmarina,). De hecho, las canciones de La noche eterna. Los días no vividos no evitan ese aire de familia que se puede detectar en varios grupos de la escena de la música indie de la región catalana española, de la cual Love of Lesbian es un representante destacado.
            Pero, además, los matices sonoros de este trabajo discográfico hacen evocar por momentos producciones como A Rush of Blood to the Head, o X&Y de Coldplay y hay quienes también han reconocido en este trabajo de Love of Lesbian “alusiones a Abba, Bowie” (Fernando Neira, en El País), por ejemplo en Si tú me dices Ben, yo digo Affleck, tercer corte del disco, mismo que ha sido llevado a la pantalla por Jesús Hernández (realizador de clips para artistas como el cantante español de música rock Ivan Ferreiro y Nena Daconte, proyecto musical de la cantante y compositora española Mai Meneses) en un video del que puede decirse cualquier cosa (que es raro, incoherente, alucinado), pero que si haces a un lado los prejuicios te dejará colgado.
            En todo caso, se agradece en este disco una búsqueda por expresar ambientes y concepciones musicales un poquito más ambiciosas, en ocasiones muy arriesgadas, de las que estamos acostumbrados a escuchar todos los días.


domingo, 23 de diciembre de 2012

Atardecer en Pieter



Momentos

Arriba y en medio del hacha con la que corta el tiempo,

el hombre de los momentos sujetó unas cintas:

levanta esa criatura al aire esas migajas de color

y vuelan sesgadas y en trozos las partes del día.

sábado, 10 de noviembre de 2012

A distancia ya de una mirada



Mientras íbamos a esa boda Rubalcava me decía que no hay como un casorio para deshacer una mala racha de varios meses sin vieja: “a lo que vienen se atienen —decía de las muchachas que según él iban a estar en el jolgorio aquel— así que mejor se previenen”. No por nada, pero a esa hora el bochorno se estaba poniendo color de hormiga, por eso nos animó que, luego de un rato largo manejando entre esas terracerías de dios, oímos unos como rezos y cohetes y música que bajaba y remontaba y que nunca llegamos a saber bien a bien de donde venía. Luego de un rato no oímos nada más y el caso es que de plano no terminábamos de llegar al lugar donde nos dijeron que era el casorio. Puro campo mirábamos, puro campo y cielo raso.
            Para nadie es un secreto que cuando más tiempo se pasa uno manejando en medio del polvo y la canícula, más huele tu coche a fritangas y menjurjes y ya para esa hora mi ranfla parecía que se cocía por fuera y se comenzaba a poner como aguardentoso, negado para el servicio de limpieza, lejano de los lavabos, de las cubetas, de los enjuagues, de los grifos.
            Y de nosotros ni qué decir: poco más que nada nos duró el frescorcito del regaderazo que nos habíamos dado temprano esa mañana. Puro maneje y maneje y nada del rancho aquel que nos dijeron y menos de aquel cruce de caminos que era donde había que dar vuelta a la izquierda y que se supone no iba a estar más que a unos quince minutos del pueblo, donde según íbamos a encontrar luego luego la iglesia, para después irnos al convite.
            Pero nada, y tampoco naide a la vista para preguntarle por dónde andábamos. Entonces mejor pensamos en regresarnos. Mala idea, pues como todo estaba planeado para que don Leancho, que era el que nos había invitado, nos aclarara cómo regresar al entronque que tomamos para salirnos de la autopista pues ahora sin poder encontrarlo ni a él ni a un alma otra cualquiera pues no pudimos hacer otra cosa que desandar el camino y más o menos acordarnos por donde habíamos cogido para meternos a estos andurriales. Entonces me acuerdo que oímos de nuevo ese murmullo que parecía de música de jolgorio y como, por más que estirábamos los ojos no mirábamos nada por allí, me empezó a venir como un poquito de nervios y para colmo me invadió una somnolencia que me hizo sentirme todo lacio lacio: ¿no hasta le dije a Rubalcava, entre dormido y despierto, que si mejor manejaba él?
            Y no, no quiso el cabrón: que si ya nos faltaba poco para regresar, que si mejor me hacía plática para que no me durmiese (siendo que él ya estaba todo acurrucadito de tanto sueño que se le vino encima). Y en esas estábamos cuando allá a lo lejos vi un coche que venía de hacia donde nosotros íbamos ahora. Se le resbalaba el sol por todito su cofre y llegué a sentir que me lastimaba su patina de puro ardiente que parecía que estaba. Al verlo a lo lejos se me fue quitando el sueño. Pensar que no éramos los únicos que andaban por ahí me devolvió a la sensación de que no era nada del otro mundo andar perdidos en medio de la nada en un carro dos güeyes despistados.
            Ya se nos iba acercando el otro coche aquel. “Qué vaciado —pensé cuando estuvo más cerca de nosotros—, también es un tsuro gris y también parece todo traqueteado, igualito que nosotros”. “Y también van dos compas en él”. Ya estaba a unos metros cerca nuestro. Como que se balanceaba en medio de la resolana del mediodía. El compa al volante se adivinaba muino y cansado, como yo mismo. Ya no me acuerdo de nada más, sino que para entonces agarraba yo el volante por pura inercia y de que cuando tuvimos ese otro tsuru enfrente noté un bulto del lado del chofer: ese bulto, que estaba ladeadito y contrahecho, se alargó contra el vahído del aire y entonces se vio que no era un bulto sino un pelado del que se vio su greñero y que alzó la cara para mirarnos y cuando se nos quedó viendo yo a mi vez lo vi de frente y era (lo juro) el mismito Rubalcava que me veía con sus ojos de gato mientras el Rubalcava que iba a mi lado se alzaba de su lado donde él venía sentado y se ponía a mirar a los del otro coche y miraba, creo, lo que yo no podía entender ni saber qué demonios pasaba… Ya en ese momento no pensaba yo ni sabía que hacía, lo único fue que me parecía estar como en la mitad de un sueño y me dejé vencer por la somnolencia aquella que me volvió a invadir y mientras se me iban cerrando los ojos vi que el güey que manejaba ese otro carro no era otro que yo mismo que también, a su vez, veía lo que pasaba abriendo muy grandes los ojos y se le notaba en su cara (mi cara o la de él o la de quién sabe quién) un susto tan grande que mejor cerró los ojos para escaparse de lo que estaba presenciando.
            ¿Para qué me pongo a pensar que si fue verdad lo que nos aconteció? No me va a alcanzar ni el juicio ni me dan ganas de aturrullarme la cabeza y  nada más pensarlo me empieza a invadir otra vez ese como vahído que sentí aquel día. Mejor ni seguir la pista de ese embuste o lo que fuese que vivimos. El caso es que cuando ya todo pasó, estábamos debajo de un puente al que llegamos no sé como. No le dije nada a Rubalcava ni él me dijo nada a mí. Qué otra cosa íbamos a hacer si nos sabíamos, ni él ni yo, ni siquiera que pensábamos y estábamos tan espantados que creíamos que no nos escapábamos de un torzón tal que la boca se nos iba a quedar torcida y estreñida y vuelta a un lado y dislocada y chueca como los rayones que hacen los niños pequeños en sus cuadernos. Ya mejor olvidarse de eso, al fin y al cabo, lo más seguro es que nunca pasó.

jueves, 2 de agosto de 2012

Lejos del alcance


Caminaba como queriendo desprenderse de su paso, de su camino no andado, ni pensado, ni conocido de antemano, porque las cosas que uno conoce desde antes ya no son lo que uno  va a mirar , ya no son lo que uno va a andar, ya no son lo que uno va a entender. Era un simple hombre caminando en el espacio concedido a un hombre en una ciudad o campo o mina, que caminaba y ocupaba su espacio sin mirar a nadie.
            Para poderlo yo mirar a él, y darme cuenta de su andar y su pantalón descosido del borde de uno de sus bolsillos, tuve que ponerme a desatender la charla que me estaba dando mi novia. Ella habla pero a veces sus comentarios se me van quedando apartados tanto de mí, que no me apetece otra cosa que mirar y tratar de engañar su conversar.
            Pero para mirar y conocer, hay que entrar y despertar en uno mismo una curiosidad por los otros como no puedo uno sentir por uno mismo.
            En el caso de este hombre, me di cuenta de que era un hombre como yo: de mediana edad y mediana clase social. Con una mujer a su lado que también le daba charla y con esa atención suya a su mujer que era pura condescendencia o hábito. Entonces, en un momento, nos miramos y nos pusimos uno en el lugar del otro y hubo tan poca diferencia que de pura pereza me volví a mi chica y me concentré de nuevo en lo que me decía: hablaba de que en el trabajo ya no le van tan bien las cosas.
— ¿Y no quisieras cambiar de trabajo? le pregunté para retomar nuestra plática
            Mientras, me despedía mentalmente de mis dudas y mis reflexiones y de mis sentimientos y mundos en que no hace falta decir nada, pues luego pasan las cosas, luego se las encuentra uno, luego te dedicas a averiguar qué pasó.

domingo, 15 de enero de 2012

Las costumbres y tradiciones de la comunidad de Olintla

María Magdalena Marceliano Gómez



Introducción
En seguida presentare una redacción acerca de las  costumbres y tradiciones de mi comunidad, con el fin de dar a conocer como se celebra la fiesta de mayordomía que es muy diferente a las de otras regiones. El objetivo de esta redacción es mejorar mi calificación y demostrar las habilidades de redacción desarrolladas en este curso.
Desarrollo
Características de la comunidad de Olintla, Puebla.
Soy originaria del municipio de Olintla, Puebla que se encuentra ubicado en la sierra norte del estado de Puebla. La población es en su mayoría  es indígena, hablante de la lengua totonaca, el lugar se llama Olintla ya que se deriva de vocablos del náhuatl  y significa: Lugar donde abunda el árbol de hule.
Suelen comentar las personas mayores que antes abundaba este árbol pero ahora se observan pocos ejemplares. Ahora la vegetación solo se conserva en lugares en los que se encuentran muy alejados.
 La flora y fauna son variados, aunque con el paso de los años esta se ve afectada por la tala inmoderada de arboles, porque la población en general es campesina  y tala la vegetación por necesidad, además de ser la fuente principal del sustento de la familia.
Se produce maíz y se siembra dos veces al año, por lo tanto existen dos cosechas, la más significativa es la que se cosecha en los meses de noviembre y diciembre. Existen variedades de maíz los colores son variados como el blanco, morado, negro, rojo, entre otros. Los productos que se cosechan son destinados para el autoconsumo como el frijol, chile, jitomate, quelites, naranjas, mandarinas. Una parte de la población se dedica al cultivo de café, en las temporadas de cosecha es vital que la familia se dedique enteramente a esta actividad dejando muy buenos ingresos.
Tiene comunidades como las siguientes: Chipahuatlan, Bibiano Hernández, Vicente Guerrero, Ignacio Zaragoza, Dimas López que pertenecen a la cabecera municipal. Dentro del municipio la población se distribuye por medio de colonias. La colonia en la que yo vivo se llama San Pedro. La gente en su mayoría es de religión católica seguida por la evangelista, testigos de Jehová.
Las costumbres y tradiciones se conservan a pesar de que muchos jóvenes han olvidado su lengua o es más ya no la saben hablar, la población que se queda o no migra a las ciudades sabe hablarla, la preocupación existente es que  la lengua ya se mezcla con el español inclusive se adoptan palabras, o cambian por ejemplo: Plato (Pulhato),Taza (Taza), etc.
Por ejemplo para mí es un orgullo ser hablante de la lengua totonaca y pensando en el futuro espero que nunca se pierda esta tradición .Una de las costumbres que se realizan en mi comunidad son las mayordomías  se realizan en honor a los santos católicos, el santo patrono de nuestra comunidad es San José la feria y fiesta patronal
Se celebra el 19 de marzo, con diversas actividades la más característica es la mayordomía, que comienza cuando una familia decide hacer una fiesta, recibiendo a la imagen en su casa, la fiesta dura tres días el primero inicia con los preparativos la gente acude para dar una limosna con el fin de colaborar con los gastos de la fiesta, al día siguiente los ayudantes adornan la iglesia, las mujeres ayudan a preparar la carne, ya sea de pollo o puerco, otras cuecen el atole agrio que se acumulo durante todo el día, la gente lleva un poco de su atole.
El último día se realiza la gran fiesta, las danzas cumplen un papel fundamental en este ritual, los danzantes le hacen reverencias. Los fiscales van a dejar a la imagen con los respectivos mayordomos acompañados de los ayudantes de la fiesta, no sin antes realizar una misa, al término de la ceremonia se procede a iniciar una procesión comenzando por las calles principales del pueblo.
Llegando a la casa de los mayordomos, ellos con el incienso realizan una cruz delante de la imagen, la colocan en el altar, después  se baila música tradicional o sea el guapango, la gente baila hasta la tarde, posteriormente se sirven los alimentos y bebidas. Se acostumbra echar fuegos pirotécnicos. Esta es la forma en que se realiza las mayordomías en mi comunidad y es muy diferente porque en otras comunidades el ritual es diferente.
Por ejemplo la tradición que se ha perdido es el uso de la vestimenta tradicional, ya nadie de los personas jóvenes la utiliza, solo cuando se ven obligados por la necesidad, la gente que la utiliza es la mayoría es de 40 años hasta 90 años, así que nuestro papel en nuestra sociedad es involucrarse totalmente para el rescate de las tradiciones que día a día van perdiendo auge, si no ponemos en alto se perderán sin remedio alguno.
Conclusión
En el trabajo anterior presente una descripción en general de la mayordomía. En otra ocasión desarrollare el tema abordando con más detalle los aspectos más relevantes de mi comunidad.

Danza de los Huehues

Andrea Santiago Gómez


La danza de los huehues surge en 1957; cuando nuestros hermanos indígenas  encuentran a una familia mestiza que por azares del destino se encontraban en  una de las montañas más grandes del municipio de Huehuetla, a partir de ese encuentro aprenden a bailar de una forma distinta y conocen diferentes sones que ellos interpretan a su manera.
 Es por ello que hoy en día podemos encontrar esta danza como la mezcla de los saberes de la cultura indígena y desde luego podemos observar la intervención de la gente mestiza ya que la mayoría de los danzantes ocupan ropa de los mestizos y solo tres integrantes de esta danza porta la vestimenta originaria del municipio de Huehuetla.
Esta danza da a conocer el dominio de los mestizos, sobre la gente indígena o bien la mezcla de sangre ya que, en ocasiones la gente indígena se une en matrimonio con la gente mestiza, esta danza recibe el nombre de los huehues por que cambian de apariencia, es decir si una persona que es indígena y se casa con un mestizo, por fuera se comporta o mejor dicho trata de ser como los mestizos y se olvida de sus orígenes.    
Esta danza cuenta con diferentes personajes como: el perro, la dama indígena, dama mestiza, payasos, el cazador, caballero indígena y mestizo etc.
La vestimenta  que utilizan los danzantes para los que desempeñan el papel de las damas indígenas, es el traje típico del municipio de Huehuetla, que consiste en una faja de color roja, el quexquemetl, siete collares, blusa de labor, nahuas de color blanco, en cuanto a las damas mestizas portan unos vestidos floreados de colores llamativos, para los caballeros indígenas consiste en un calzón y camisa de manta, un sombrero de palma, de calzados ocupan unos huaraches de correa;
En cuanto los caballeros mestizos ocupan camisas de vestir, pantalón negro o azul, en cuanto a los calzados son unos botines de color negros o cafés, el participante que desempeña el papel de perro, debe portar un traje totalmente de color negro, para que se note la presencia del líder el vestuario debe ser totalmente diferente a los demás, por lo tanto la ropa que utiliza es un traje floreado con holanes y en su cabeza debe portar un bonete tricolor;  
Todos los participantes deben llevar doce paliacates en cada mano en total tiene que ser veinticuatro paliacates por participante, para los danzantes que fungen como damas tienen que portar un paliacate de color rojo en la espalda, y los caballeros portan el paliacate en el cuello simulando una corbata.  Ocupan paliacates de color rojo para alejar las malas vibras y decoran sus sombreros con listones de colores llamativos.
La palabra huehues significa cambio de personalidad, por ello esta danza lleva este nombre porque portan un vestuario que no es propio de nuestra región y cuando una persona se viste como los mestizos, se le dice Huehue por que se cambia de imagen como las serpientes que mudan o cambian de piel.
En totonaco la palabra Huehue significa sipkam: sip es algo que se cruza y Kam se refiere hijo; es decir la mezcla de sangra indígenas con sangre mestiza.
Pero también esta danza se le conoce como la danza de los tajoneros por que suelen cazar tejones ya que este animal consume los granos de maíz que ellos se dedican a cultivar y como muestra de que han acabado con este animal colocan su cuerpo en medio del tarro.
Esta danza cuenta con ciento sesenta sones; cada son tiene diferentes funciones por mencionar algunos tenemos  el primer son que nunca debe faltar en cada una de las fiestas patronales, es el son de la bienvenida, este son se lleva a cabo cuando empiezan a bailar, posteriormente se hace presente el son del perro es especial para el personaje que desempeña ese papel, el son del payaso son para los capitanes de la danza, el son del cazador es  donde se hace alusivo la matanza del tejón y el son de la despedida se lleva a cabo cuando terminan de bailar.
Las personas que participan en la danza de los huehues y en cualquier otra danza, siempre son personas indígenas, ya que ellos están más apegados a la  religión católica esperando la bendición de dios como símbolo de fe y agradecimiento, contribuyen a las diferentes actividades que la iglesia lleva  a cabo, tal es el caso de la fiestas patronales donde es mas alusivo su participación.
Los danzantes desempeñan grandes esfuerzos, tan solo durante los ensayos  que son alrededor de seis meses y aumentan sus movimientos tres o cuatro semanas antes de las fiestas patronales; todos los danzantes deben de hacer grandes sacrificios: por ejemplo deben mostrar una actitud favorable ante el público poniendo en práctica los buenos modales que los caracteriza, durante los días que bailan deben de abstenerse a las relaciones sexuales con su pareja, y mucho menos tener amantes, porque si alguno de ellos cometa esta falta se enferma y puede llagar a morir; claro que esto no es todo, se someten a ayunos y elevan oraciones durante una semana para eliminar las malas vibras que cada uno posee; para llegar purificados al altar de la iglesia y recibir las bendiciones correspondientes. Una vez que hayan recibido las bendiciones correspondientes, danzan a fuera de la parroquia durante más de nueve horas solo disfrutan de tiempos muy breves como quince minutos para encantarse de agua o refrescos.
Huehuetla cuenta con una gran variedad de danzas, una de ellas es la danza de los huehues ya que este municipio demuestra una disposición en colaborar con la iglesia para el bienestar propio al igual que familiar, esta danza lleva a cabo cierto ritual para la salud de cada uno de los participantes y recibir más vida por parte del patrón del lugar así piden en tener buenas cosechas durante el año.
Se puede decir que el municipio de Huehuetla cuenta con una de las danzas que da a conocer el dominio de los mestizos; es muy importante que la población  se dé cuenta sobre el daño que la gente mestiza ha ocasionado, no solo les ha quitado sus bienes materiales sino que ahora pretende eliminar parte de la cultura totonaca, es por ello que esta danza da a conocer la existencia de los pueblos originarios.